

Había sido un trance difícil de superar. Pero estaban ya camino de conseguirlo. La muerte repentina de Jane los dejó a todos desconcertados, como incapaces de reaccionar. A Paul Klein, el viudo, y a los dos hijos del matrimonio: Hilary y Bobby. Durante mucho tiempo, el suyo había sido el hogar de una familia feliz. Esposa modelo y madre perfecta, Jane fue también una mujer irreemplazable. Su pérdida dejó un vacío que sólo podía llenarse con dolor.
Al menos, eso creían Paul y sus hijos.
Ficha técnica