El azabache variedad de lignito susceptible de ser tallado y pulido, de color negro profundo e intenso brillo, ha llamado desde siempre la atención del hombre, quien le atribuyó propiedades y virtudes de toda índole. Y es que algo de mágico ha de tener cuando se le buscó a lo largo de los siglos con tanto afán y el pueblo -en toda su escala social- lo tomó como joya, medio de protección y fuente de beneficios. En Asturias donde aparece el mejor azabache del mundo pocas son las industrias que puedan presumir de una tradición tan rancia como la que posee la azabacheria.