La consagración de la primavera es una novela de huidas y regresos que protagonizan sus dos personajes principales, Vera, una bailarina rusa, y Enrique, cuyo paralelismo de su trayectoria vital con el autor es evidente. Enrique es un joven cubano de buena familia que en su exilio por la dictadura de Gerardo Machado viaja por México, París y Alemania hasta recalar en España, donde lucha contra el fascismo en la Guerra Civil. Allí conoce a Vera, con quien se reencontrará posteriormente en París para iniciar una vida juntos. La marcha de la pareja a La Habana se verá sacudida por la tiranía de Batista y, posteriormente, por el estallido de la Revolución, cuyo triunfo permitirá a América Latina iniciar una andadura propia. Si Carpentier encontró en su teoría de lo real maravilloso la posibilidad de mirar con una nueva mirada, otra, descolonizada, la historia y la realidad del continente latinoamericano, podemos afirmar que con La consagración de la primavera el autor cubano inaugura un nuevo arte revolucionario plenamente latinoamericano.