Prácticamente relegado o muy parcialmente conocido, Rafael Cansinos-Assens es hoy entre nosotros poco menos que un escritor subterráneo, sólo presente en imprecisas referencias librescas o en estimaciones fragmentarias. Su amplísima y singular obra ensayística ha ido confinándose, más o menos, subrepticiamente, en los arrabales de la historia literaria del último medio siglo. Nada más justo que promover al fin una oportuna revalorización de este «raro» y por muchos motivos vigente escritor. Afirmaba Jorge Luis Borges, a propósito de su invariable fervor intelectual por Cansinos, que éste parecía «haber resumido todas las bibliotecas del Oriente y del Occidente, todas las culturas y todas las dudas y perplejidades sobre la literatura». Aun sin necesidad de esgrimir tales hipérboles, no cabe duda que la figura de Cansinos resulta a todas luces imprescindible para rastrear ciertas pistas fundamentales de los movimientos de vanguardia en nuestro país.

En Ética y estética de los sexos, Cansinos nos propone una reflexión cultural —o de antropología cultural— sobre el sentido de la cópula y sus engranajes con determinadas formas de conducta. Con una prosa que en ningún caso ha perdido su modernidad y su elegante dinamismo expresivo, el autor plantea analíticamente una serie de claves morales y filosóficas inherentes a la actividad sexual, ya sea atendiendo a su presentación simbólica o a la directa intimidad de la experiencia.