Jeanne es una despreocupada profesora de instituto. Con sus treinta y cinco años y ochenta y cinco kilos de peso, vive tranquila, independiente y segura de sí misma en el piso treinta y uno de un moderno edificio de París, ajena por completo a su obesidad. Ajena, hasta que un desgraciado día unos gamberros destrozan e inutilizan todos los ascensores del inmueble. Jeanne se descubre de pronto completamente aislada en su propia casa durante todo un fin de semana. La solícita comprensión de sus compañeros de trabajo, la exagerada amabilidad de sus amigos y de sus vecinos, la hacen sentir como una inválida indefensa incapaz de subsistir por sí misma. Inesperadamente, descubre que su autosuficiencia era tan sólo una máscara protectora. La conciencia de su vulnerabilidad la forzará a tomar una determinación: iniciar un severo régimen. Progresivamente, a medida que sus kilos desaparecen, comprueba cómo su vida y su mundo personal se desmoronan al unísono. Se agria su relación con sus alumnos, sus compañeros murmuran, se revela la escondida envidia de sus amigas, se deteriora su relación con su madre. Imparable, su régimen irá mucho más allá de un simple y anecdótico cambio físico y la arrastrará a lo largo de una profunda e irreversible búsqueda y renovación interior, plagada de descubrimientos y renuncias, hasta un desenlace final tan turbulento como inesperado.