Peggy se ha suicidado en Mallorca, donde vivía con su marido una vida de bohemia dorada. ¿Por qué lo ha hecho? Más aún: ¿se ha suicidado realmente? Estas preguntas son el punto de partida de una intriga, psicológica y policíaca. El padre de Peggy culpa a su yerno, Ray, de la muerte de su hija y, empujado por un odio obsesivo, decide vengarla. Intenta asesinarlo, pero no lo consigue. Lejos de cambiar de actitud, lo vuelve a intentar. Ray comprende que se ha metido en la boca de lobo y su primera reacción es esconderse en Venecia, con un nombre falso. ¿Por miedo y cansancio? ¿O por maquiavelismo instintivo y deseo de inculpar a su suegro, cuando la policía empieza a inquetarse por su desaparición? Las causas son más oscuras y complicadas... mientras en Venecia, transformada en una inmensa trampa, se entabla un extraño y atroz juego del escondite.