El gato entre las palomas (Hercule Poirot, #32): En el sultanato de Ramat se ha producido una grave insurrección: el príncipe Alí Yusuf confía las fabulosas joyas de la familia a su piloto Bob Rawlinson, quien las esconde en el equipaje de su hermana Joan. Poco después el príncipe y su piloto mueren en un accidente de aviación. Joan viaja a Inglaterra con su hija Jennifer a la que interna en un distinguido colegio para señoritas. Allí entre las palomas se ha escondido un gato asesino, al que sólo la sagacidad de Hércules Poirot podrá cortar sus afiladas uñas. Diez negritos: Diez personas reciben sendas cartas firmadas por un desconocido Mr. Owen, invitándolas a pasar unos días en su mansión sita en uno de los islotes de la costa de Devon. En la primera noche, después de la cena, una voz les acusa, a todos y cada uno, de un pasado culpable. Lo que parece ser una broma macabra, toma forma con espantosa realidad cuando, uno por uno, los diez invitados son asesinados en una atmósfera de miedo y mutuas acusaciones. La clave parece estar en una vieja canción infantil: «Diez negritos fueron a cenar, uno se ahogó y quedaron nueve». El asesino de la guía de ferrocarriles (Hercule Poirot, #13): En una comunidad llamada Andover aparece asesinada la señora Archer. Poco después, en la playa de Bexhill se descubre el cadáver de la señorita Barnard y en Churston tiene lugar un nuevo crimen, el de sir Michael Clarke. Poirot se da cuenta de que el asesino sigue una lógica diabólica: el apellido de las víctimas y el nombre del lugar donde viven empiezan por la misma letra, y además el criminal sigue un orden alfabético... La policía comienza a investigar, pero cuando más parece acercarse a la solución del caso en realidad más lejos está de aclararlo. Mientras tanto, las excentricidades de Hércules Poirot le llevan al borde del ridículo, pero también a la pista que conduce al descubrimiento del verdadero asesino.